No me gusta celebrar la hipocresía de "los días de...". Recuerdo que de la única que siempre disfruté fue del día de los abuelos que celebraban las monjas.
Yo soy la pequeña de media docena de nietos y por desgracia, sin ninguna tara de nacimiento que me haga merecer el amor gratuito de mi familia. Así que era la única oportunidad que tenía (además del día de mi cumpleaños) de que mi amada abuela me felicitara y se sintiera orgullosa de su nieta pequeña.
Y unos 35 años después de aquellas experiencias, resulta que soy madre. Y lo fui también sin taras, ni grandes esfuerzos, sin embarazos traumáticos y (gracias a Dios) con una hija perfecta y preciosa. Pues feliz día de la madre, oye.
Lo que siempre se me olvida, es que soy mujer. Sólo por eso, ya tenemos otro día más de celebración. Se creerán los machitos (ya sean hombres o mujeres) que es la leche ser mujer. PUES NO!.
Sólamente el hecho de tener la regla ya es un coñazo que te tiene pringada todo el puñetero mes. Eludiendo los efectos farragosos que todos conocemos, unos días te duele el pecho, después te pesa, luego se te hincha, si eres afortunada sientes esos 3 síntomas juntos, luego te duelen los ovarios. Acto seguido, llegan 2 ó 3 días fantásticos en los que ovulas y tu cuerpo elimina por si sólo toxinas y líquidos varios y te sientes ligera y deshinchada.
Como 3 días sin sentimientos incómodos han sido demasiado tiempo y para que no te acostumbres, inmediatamente después se te vuelve a hinchar el peso, notas el peso de tus ovarios, te cambia el humor cada 5 minutos y eres capaz de reír mientras lloras y le gritas a la persona más cercana que son unos machistas insensibles por pensar que tu estado es producto del síndrome pre-menstrual.
Así que después de estas profundas reflexiones y con un dolor de pecho horroroso, sientiendo el peso de mis ovarios, y haciendo uso de todas las capacidades "celebrales" que me permite el síndrome pre-menstrual, puedo decir alto y claro, que ODIO ser mujer. En unos días decidiré si operarme y hacer el cambio definitivo.